sábado, 7 de mayo de 2011

Moralejas de la vida , moralejas de una Madre.

Derrama entre mis tierras una gama de consuelos 
esparcidas y perdidas en sucesos 
donde llora en la desolada mentira tan cliché , "creer estar solo"
desolado en un desierto sin alucinaciones de una miserable posa.
Sabemos que todos estos versos se esfuman en inventos 
cuando llega el divino recuerdo 
de estar en brazos de una reina
Combatiendo errores y los miedos.

Seguimos irreprochable e invertible 
en el tren hacia la vida 
tocamos la bocina porque sangra la consciencia 
y mientras agonizamos en desesperanza 
imaginamos en tierra y mar 
fundidos en el cariño maternal 
sin querer crecer y ser mariposa nunca mas.

Porque no hay atracción mas fatal 
que querer perdurar en la vejez ademas de ser el indomable Peter Pan
o aquel león bebe acobijando entre dulces la melena 
sabiendo que no existe caramelo mas adorable que el amor de una mamá. 

Tal vez nunca te he llamado por tu nombre 
pero lo verdaderamente impresionante y rescatable 
es la simpleza de ser madre.
La fuerza de entregar tu alma a la grandeza
en recompensa de valor al ser que parte de su esencia corre por tus venas.

El "Te amo" ya no existe 
en frente del sentimiento monarca de la pureza 
y un par de palabras y demostraciones 
se hacen baratas al lado del historial de la existencia 
ya que  nuestro cuerpo en real presencia 
perdura hasta en la mas desgarradora tormenta.

Me apetezco el orgullo de ser hija del esfuerzo en carne viva,
me apetezco el valor de seguir adelante de la mano de mi sangre,
me apetezco la ganas de nombrar el sudor para el pan de cada día
me apetezco las humildes gracias a mi maravillosa madre.




















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